Si hay un lugar que combina comida exquisita, vistas soñadas y ese toque de glamour que tanto identifica a Las Vegas, es el Eiffel Tower Restaurant, dentro del hotel Paris. Es uno de esos restaurantes que no solo ofrecen un buen plato, sino que convierten la cena en toda una experiencia.
La llegada: una sorpresa desde el inicio
El recorrido hasta la mesa ya tiene su encanto. Subís en el ascensor y lo primero que ves al bajar es la cocina del restaurante: chefs en acción, hornos encendidos y platos a punto de salir. Esa entrada inesperada te mete de lleno en la atmósfera de lo que vas a vivir.
Después de cruzar la cocina, te acompañan al salón principal y ahí sí… el impacto es inmediato. Los ventanales enormes enmarcan todo el Strip y, justo enfrente, las fuentes del Bellagio. Es imposible no quedarse boquiabierto.
La cena: sabores con acento francés
La carta mezcla clásicos de la cocina francesa con opciones modernas para todos los gustos. Yo elegí una crepa de verduras con champignones, delicada, sabrosa y perfectamente balanceada. La masa era finísima, el relleno cremoso y cada bocado tenía ese equilibrio perfecto de texturas.
Titi, en cambio, se animó al plato estrella: el Beef Wellington. La presentación impecable, con esa masa dorada y crujiente, escondía una carne jugosa y cocida a la perfección. Lo probé (obvio 😅) y confirmo que estaba espectacular. Es de esos platos que justifican por sí solos la visita.
El show frente a tu mesa
Lo que hace único a este restaurante no es solo lo que está en el plato, sino lo que ocurre frente a la ventana. Mientras cenás, podés ver el espectáculo de las fuentes del Bellagio, que se encienden cada tanto al ritmo de la música. Estar ahí, con una copa en mano, disfrutando de una buena comida mientras la ciudad se ilumina y el agua baila, es una postal que no se olvida.
Lo mejor es reservar un horario que te permita ver el atardecer (cuando el cielo pinta de colores Las Vegas) y también la noche, cuando el Strip explota de luces y energía.
Mi tip personal
Reservá con anticipación y pedí mesa junto a la ventana. Es el detalle que convierte una cena rica en una velada inolvidable. Y, si podés, dejá lugar para el postre: el soufflé de chocolate es el clásico de la casa (tenés que pedirlo al inicio porque tarda en prepararse).
En resumen
El Eiffel Tower Restaurant es mucho más que un lugar para comer en Las Vegas. Es una experiencia completa que combina gastronomía francesa, vistas espectaculares y la vibra única del Strip. Perfecto para una noche romántica, un festejo especial o simplemente para mimarse con algo distinto.
Salir de ahí es volver al ruido y las luces de Las Vegas, pero con la sensación de haber viajado por un rato a París, sin moverte del desierto. ✨
